En el Nombre de Dios, El Misericordioso, El Compasivo

Assalam Aleykum Wa Rahmatullah Wa Barakatuh

Bienvenidos todos, Mi nombre es Bilal y he construido este sitio web para aquellas personas que quieran conocer un poco mas acerca del Islam, no contiene cosas muy avanzadas ni rebuscadas, la idea es que puedan al menos familiarizarse con esta hermosa religion, con los conceptos basicos, nuestras creencias, nuestros pilares de fe y por sobre todas las cosas las enseñanzas que nos dejo el ultimo de los profetas enviado por Dios.

Le pido a Dios que este sitio sea de utilidad para ustedes y que Reciban la bendicion de nuestro amado Señor.

SALAM

domingo, 25 de abril de 2010

Los Profetas

El profeta Yusuf (La Paz sea con El)

Yusuf fue uno de los doce hijos de Ya´qub, quien también es conocido como Israel. La historia de Yusuf es narrado maravillosamente en Surah Yusuf, la cual fue revelada a el profeta Muhammad, que AllahH lo bendiga y que le de paz, en Makka cuando los Judíos le preguntaron sobre el profeta que nació en la Tierra Santa, pero quien se volvió el líder de Egipto- los Judíos que le preguntaron sabían muy bien que esta historia no la conocían los Árabes:

Cuando Yusuf dijo a su padre: ¡Padre mío! He visto once estrellas, al sol y la luna: y los he visto postrados ante mí. Dijo: ¡Hijo mío! No cuentes tu visión a tus hermanos porque si lo haces tramarán algo contra ti, verdaderamente el Shaytán es un claro enemigo para el hombre. Así es como tu Señor te ha escogido y te enseñará parte de la interpretación de los relatos, completando Su bendición sobre ti y sobre la familia de Yaqub, como ya hizo anteriormente con tus abuelos Ibrahim e Ishaq. Es cierto que tu Señor es Conocedor y Sabio. Y ciertamente que en Yusuf y sus hermanos hay signos para los que preguntan. Cuando dijeron: Yusuf y su hermano son más amados para nuestro padre que nosotros a pesar de que somos todos de un clan; nuestro padre está en un claro error.

Matad a Yusuf o abandonadlo en un tierra cualquiera para que así el rostro de vuestro padre se vuelva únicamente a vosotros. Y una vez que lo hayáis hecho podréis ser gente recta.

Y dijo uno de ellos: ¡No matéis a Yusuf! Arrojadlo la fondo del foso y así podrá recogerlo algún viajero, ya que estáis decididos a hacerlo. Dijeron: ¡Padre! ¿Qué te ocurre que no confías a Yusuf cuando nosotros somos para él buenos consejeros? Mándalo mañana con nosotros, pastoreará y jugará y estaremos al cuidado de él.

Dijo: Me entristece que os lo llevéis y temo que se lo coma el lobo mientras estáis descuidados de él. Dijeron: Si el lobo se lo comiera siendo, como somos, todo un clan, sería nuestra perdición. Y una vez que se lo hubieran llevado y hubieron acordado que lo arrojarían al fondo del foso, le inspiramos: "Algún día les harás saber lo que han hecho y no se darán cuenta."

Al anochecer se presentaron ante su padre llorando. Dijeron: ¡Padre! Nos fuimos a hacer carreras y dejamos a Yusuf junto a nuestras cosas y el lobo se lo comió y aunque no nos vas a creer, decimos la verdad. Y enseñaron una túnica con sangre falsa. Dijo: ¡No! Vuestras almas os han inducido a algo, pero hermosa paciencia y en ALLAH es en Quien hay que buscar ayuda contra lo que contáis.

Y llegaron unos viajeros que enviaron por agua a su aguador, y cuando éste descolgó su cubo, exclamó: ¡Albricias! Aquí hay un muchacho. Y lo ocultaron como mercancía. Pero AllahH sabía lo que hacían. Y lo vendieron a bajo precio, unos cuantos dirhams, para deshacerse de él.

Y el que lo había comprado, que era de Misr, le dijo a su mujer: Hónralo mientras permanezca entre nosotros porque tal vez nos beneficie o quizás lo adoptemos como hijo. Y así fue como le dimos una posición a Yusuf en la tierra y se hizo propicio que le enseñáramos la interpretación de los relatos. ALLAH es Invencible en Su mandato, sin embargo la mayoría de los hombres no lo saben.

Y cuando hubo alcanzado la madurez, le dimos sabiduría y conocimiento. Así es como recompensamos a los que hacen el bien. Entonces aquélla en cuya casa estaba lo requirió, cerró las puertas y le dijo: Ven aquí. El contestó: ¡Que ALLAH me proteja! Mi Señor es el mejor refugio. Es cierto que los injustos no tienen éxito.

Ella lo deseaba y él la deseó, pero vio que era una prueba de su Señor. Fue así para apartar de él el mal y la indecencia. En verdad es uno de Nuestros siervos elegidos. Ambos corrieron hacia la puerta y entonces ella le rasgó la túnica por detrás; y en esto se encontraron a su marido junto a la puerta. Dijo ella: ¿Qué pago merece aquel que quiere mal para tu familia sino ser encerrado o recibir undoloroso castigo?

Dijo él: Ella me requirió. Y un testigo de la familia de ella sugirió: Si la túnica está rasgada por delante es que ella dice la verdad y él es de los que mienten, pero si la túnica está rasgada por detrás, entonces es ella la que miente y él es de los que dicen la verdad. Y cuando vio que la túnica estaba rasgada por detrás, dijo: Esta es una de vuestras artimañas (mujeres) pues es cierto que vuestra astucia es enorme.

¡Yusuf! Apártate de esto y tú (mujer) pide perdón por tu falta pues realmente has sido de las que cometen faltas. Y dijo un grupo de mujeres en la ciudad: La mujer del Aziz ha pretendido a su criado, el amor por él la ha llegado a lo más hondo y la vemos claramente perdida. Cuando ella se enteró de sus maquinaciones las mandó llamar y les preparó acomodo. Les dio a cada una un cuchillo y dijo: ¡Sal ahora ante ellas! Y cuando lo vieron, se quedaron maravilladas y se cortaron en las manos sin darse cuenta. (Para cortar unas naranjas que les había ofrecido.) Dijeron: ¡Válganos ALLAH! Esto no es un ser humano sino un ángel noble. Dijo: aquí tenéis a aquel por quien me habéis censurado, yo lo solicité, pero él se guardo; sin embargo, si no hace lo que le ordeno lo encarcelarán y quedará entre los humillados.

Dijo: ¡Señor mío! Prefiero la cárcel antes que aquello a lo que me invitan, pero si no alejas de mí sus artimañas cederé ante ellas y seré de los ignorantes. Su Señor le respondió y lo apartó de sus astucias, es cierto que El es Quien oye y Quien sabe.

Luego, a pesar de haber visto los signos, les pareció conveniente encarcelarlo por un tiempo. Y con él entraron el la cárcel dos jóvenes criados. Uno de ellos dijo: Me he visto (en sueños) haciendo vino. Y dijo el otro: Me ha visto llevando sobre la cabeza un pan del que comían los pájaros. Dinos cual es su interpretación pues ciertamente vemos que eres de los que hacen el bien.

Dijo: No os llegará ninguna comida que sea parte de vuestra provisión sin que antes de que os haya llegado no os haya dicho en qué consiste, eso es parte de lo que mí Señor me ha enseñado. Realmente abandoné la forma de adoración de una gente que no creía en ALLAH y negaba la Ultima Vida. Y seguí la forma de adoración de mis padres Ibrahim, Ishaq y Yaqub. No cabía en nosotros que asociáramos nada con ALLAH, eso es parte del favor de ALLAH para con nosotros y para los hombres; sin embargo la mayoría de ellos no son agradecidos.

Compañeros de cárcel? ¿Qué es mejor, (adorar a) señores distintos, o a ALLAH, el Único, el Dominante? Los que adoráis fuera de El no son sino nombres que vosotros y vuestros padres habéis dado y en los que ALLAH no ha hecho descender ningún poder. El juicio sólo pertenece a ALLAH que ha ordenado que lo adoréis únicamente a El. Esa es la Adoración recta, sin embargo la mayoría de los hombres no saben.

¡Compañeros de cárcel! Uno de vosotros escanciará vino a su señor mientras que el otro será crucificado y los pájaros comerán de su cabeza. El asunto sobre el que me habéis consultado ha sido decretado. Le dijo al que de los dos se suponía salvado. Háblale de mí a tu señor. Pero el Shaytán hizo que se olvidara de mencionarlo. Y permaneció en la cárcel varios años.

Y dijo el rey: He visto siete vacas gordas a las que comían siete flacas y siete espigas verdes y otras tantas secas. ¡Nobles! Dad un juicio sobre me visión si podéis interpretar las visiones. Dijeron: Es una maraña de ensueños y nosotros no conocemos la interpretación de los ensueños.

El que de los dos se había salvado, acordándose después, pasando un tiempo, dijo: Yo os diré su interpretación, dejadme ir. ¡Yusuf! Tú eres veraz, danos un juicio sobre siete vacas gordas a las que comen siete flacas y siete espigas verdes y otras tantas secas, para que regrese a la gente y puedan saber. Dijo: Sembraréis como de costumbre siete años. La cosecha que recojáis dejadla en sus espigas a excepción de un poco de lo que comeréis.

Luego vendrán siete años difíciles que agotarán lo que hayáis acopiado para ellos a excepción de un poco que guardéis. Luego vendrá un año en el que los hombres serán socorridos y en el que prensarán. Y dijo el Rey: ¡Traedlo ante mi! Y cuando el mensajero llegó a él, éste le dijo: Vuelve a tu Señor y pregúntale cómo fue que aquéllas mujeres se cortaron en las manos, ciertamente el rey conoce su artimaña.

Dijo: ¿Qué pasó cuando pretendisteis a Yusuf? Dijeron: ¡ALLAH nos libre! No supimos nada malo de él. La mujer de Aziz dijo: Ahora se muestra la verdad, yo lo pretendí y ciertamente él es sincero. Esto es para que se sepa que yo no lo traicioné en su ausencia y que AllahH no guía la astucia de los traidores. Y yo no digo que mi alma sea inocente pues es cierto que el alma ordena insistentemente el mal, excepto cuando mi Señor tiene misericordia.

Y dijo el rey: ¡Traédmelo! que lo he elegido para mí. Y al ver cómo hablaba, le dijo: En verdad, hoy gozas de posición ante nos y estás seguro. Dijo: Ponme al cargo de las despensas del País, pues ciertamente soy buen guardián y conocedor.

Así es como dimos una posición a Yusuf en la tierra, en la que podía residir donde quisiera. Llegamos con Nuestra misericordia a quien queremos y no dejamos que se pierda la recompensa de los que hacen el bien. Pero la recompensa de la Ultima Vida es mejor para los que creen y tienen temor (de ALLAH).

Y vinieron los hermanos de Yusuf, se presentaron ante él y él los reconoció aunque ellos no lo reconocieron. Cuando les había suministrado sus provisiones les dijo: traedme a vuestro hermano de padre, ya veis que doy la medida cumplida (en el grano) y soy el mejor de los anfitriones. Si no me lo traéis, no podréis abasteceros de mí, ni acercaros.

Dijeron: Persuadiremos a su padre para que nos lo deje: eso es lo que haremos. Y les dijo a sus criados: Ponedles las mercancías que trajeron en las alforjas, para que las reconozcan al llegar a su gente y les haga regresar. (Es decir, Yusuf devolvió a sus hermanos las mercancías que éstos habían traído para cambiarlas por grano como una muestra de generosidad que les hiciera desear volver de nuevo, al descubrirlo).

Y cuando volvieron a su padre le dijeron: ¡Padre! Nos han dicho que no nos abastecerán más, permite que venga con nosotros nuestro hermano para que así nos abastezcan; y de verdad que cuidaremos de él. Dijo: ¿Acaso os lo he de confiar como os confié antes a su hermano? ALLAH es mejor protección y El es el más Misericordioso de los misericordiosos.

Y cuando abrieron sus alforjas descubrieron que se les habían devuelto las mercancías y dijeron: ¡Padre! ¿Qué más podemos desear? Nos han devuelto las mercancías. Aprovisionaremos a nuestras familias, cuidaremos de nuestro hermano y tendremos la carga de un camello más. Eso es fácil. Dijo: No lo enviaré con vosotros hasta que no os comprometáis jurando por ALLAH que me lo vais a traer, excepto que puedan con todos vosotros. Y cuando hubieron dado su promesa, les dijo: ALLAH es Guardián de lo que decimos.

Y dijo: ¡Hijos míos! No entréis por una sola puerta, entrad por puertas distintas. (Este consejo de Yaqub a sus hijos tenía el propósito de evitar el mal ojo, ya que eran once hermanos de aspecto hermoso y noble y Yaqub temía que al verlos entrar juntos, alguien sintiera envidia de ellos y pudieran ser víctimas del mal ojo. La ciudad de Misr (Menfis) tenía cuatro puertas.) Yo no puedo hacer nada por vosotros frente a ALLAH. En verdad el juicio sólo pertenece a ALLAH, en El se confíen los que confían.

Y entraron por donde su padre les había ordenado. Aunque no les habría servido de nada ante AllahH, pues no fue sino para que Yaqub satisfaciera una necesidad de su alma; y es cierto que él tenía conocimiento procedente de lo que le habíamos enseñado. Sin embargo la mayoría de los hombres no saben.

Y cuando se presentaron ante Yusuf, éste llamo aparte a su hermano y le dijo: Yo soy tu hermano, no desesperes por lo que hicieron. Y al abastecerles las provisiones puso una copa en la alforja de su hermano. Luego alguien exclamó: ¡Caravaneros, sois unos ladrones! Dijeron volviéndose a ellos: ¿Qué habéis perdido? Dijeron: Hemos perdido la copa del rey. Quien la encuentre tendrá la carga de un camello, lo garantizo.

Dijeron: ¡Por ALLAH! Sabéis perfectamente que no hemos venido a traer corrupción en la tierra ni somos ladrones. Dijeron: Y si estáis mintiendo, ¿qué castigo os damos? Contestaron: Que el castigo de aquel en cuyas alforjas se encuentre sea su propia persona. Así pagamos a los injustos. Y comenzó por las alforjas de ellos antes que la de su hermano para después sacar las alforjas de su hermano. Así fue como le enseñamos a Yusuf el ardid del que se sirvió. No podía prender a su hermano según la ley (en Árabe "Din") del rey, a menos que ALLAH quisiera. Elevamos en grados a quien queremos, y por encima de todo poseedor de conocimiento hay un Conocedor. Dijeron: Si ha robado, ya robó antes un hermano suyo. Y Yusuf, sin mostrárselo a ellos, dijo para sí mismo: Vosotros estáis en peor situación y ALLAH conoce lo que atribuís. Dijeron: ¡Mi aziz!, él tiene un padre muy anciano, toma en su lugar a uno de nosotros, ciertamente vemos que eres de los que hacen el bien. Dijo: Nos refugiamos en ALLAH de quedarnos con nadie que no sea aquel en cuyo poder encontramos nuestra propiedad, pues en ese caso seríamos injustos.

Y cuando hubieron perdido la esperanza se retiraron a deliberar. Dijo el mayor de ellos: ¿Es que no sabéis que nuestro padre recibió de nosotros un compromiso ante ALLAH, además del descuido que antes tuvisteis con Yusuf? No saldré de esta tierra mientras no me lo permita mi padre o ALLAH juzgue a mi favor. Y El es el mejor de los jueces.

Regresad a vuestro padre y decidle: ¡Padre! Tu hijo ha robado, sólo damos fe de lo que conocemos y no estamos al cuidado de lo desconocido. Pregunta en la ciudad en la que hemos estado y a la caravana con la que hemos venido. Es cierto que decimos la verdad.

Dijo: ¡No! Vuestras almas os han incitado a algo, pero hermosa paciencia. Puede que Allah me los traiga a todos a la vez, verdaderamente El es el Conocedor y el Sabio. Se apartó de ellos y dijo: ¡Qué pena siento por Yusuf! Y sus ojos, de tristeza, se volvieron blancos mientras reprimía la ira de su dolor. Dijeron: ¡Por ALLAH que no vas a dejar de recordar a Yusuf hasta consumirte o llegar a parecer!

Dijo: Yo sólo me lamento de mi dolor y de mi pena ante ALLAH y sé de ALLAH lo que no sabéis. ¡Hijos míos! Id e indagad acerca de Yusuf y de su hermano y no desesperéis de la misericordia de ALLAH, pues sólo desespera da la misericordia de ALLAH la gente que se niega a creer. Y cuando se presentaron ante él, le dijeron: ¡Aziz! Hemos sido tocados por la desgracia de nosotros y nuestra familia y traemos una mercancía exigua; abastécenos dándonos la medida completa y sé generoso con nosotros. Es cierto que ALLAH recompensa a los que dan con generosidad. Dijo: ¿Sabéis lo que hicisteis con Yusuf y con su hermano mientras erais ignorantes? Dijeron: ¿Tú eres Yusuf? Dijo: Yo soy Yusuf y éste es mi hermano. ALLAH nos ha favorecido. Quien tiene temor (de ALLAH) y tiene paciencia... es verdad que ALLAH no deja que se pierda la recompensa de los que hacen el bien.

Dijeron: ¡Por ALLAH! Que ALLAH te ha preferido sobre nosotros y es cierto que hemos cometido maldades. Dijo: No hay ningún reproche contra vosotros; hoy ALLAH os ha perdonado y El es el más Misericordioso de los misericordiosos. Marchad llevándose esta túnica mía y echadla sobre el rostro de mi padre que así volverá a ver y traedme a toda vuestra familia.

Y cuando la caravana hubo partido, dijo su padre: Percibo el olor de Yusuf, aunque penséis que estoy desviando. Dijeron: ¡Por ALLAH! Que has vuelto a tu antigua perdición. (Sus nietos o quienes estaban con él) (Aquí el término traducido como perdición tiene el sentido de amor, perdición de amor, como en una de las interpretaciones de la aleya 7 de la Sura 93).

Y cuando llegó el portador de las buenas nuevas; se la echó sobre la cara y recuperó la vista. Y dijo: ¿No os dije que sabía de ALLAH lo que no sabéis? Dijeron: ¡Padre! Perdona nuestras faltas, realmente hemos cometido maldades. Dijo: Pediré perdón por vosotros a mi Señor pues es verdad que El es el Perdonador, el Compasivo.

Y cuando se presentaron ante Yusuf, éste abrazó a sus padres y dijo: Entrad en Misr, si ALLAH quiere, seguros. Subió a sus padres sobre el trono y cayeron postrados en (reverencia) ante él, dijo: ¡Padre mío! Esta es la interpretación de mi visión anterior, mi Señor ha hecho que se realizara y me favoreció al sacarme de prisión y al haberos traído a mí desde el desierto después de que el Shaytán hubiera sembrado la discordia entre mí y mis hermanos. Realmente mi Señor es Benévolo en lo que quiere y es cierto que es el Conocedor, el Sabio.

¡Señor mío! Me has dado soberanía y me has enseñado a interpretar los relatos. Tú que creaste los cielos y la tierra, eres mi Protector en esta vida y en la Ultima. Haz que muera sometido a Ti y reúneme con los justos. (12.4-101). ALLAH concluye Surah Yusuf con estas palabras:

Eso forma parte de las noticias del No-Visto que te inspiramos, tú no estabas junto a ellos cuando decidieron y tramaron su asunto. Pero la mayor parte de los hombres, aunque tú lo ansíes, no son creyentes. (Tú: se refiere a Muhammad).

Y no les pides ningún pago a cambio. No es sino un recuerdo para los mundos. ¡Cuántos signos hay en los cielos y en la tierra! Pasan delante de ellos y se apartan. La mayoría de ellos no creen en ALLAH y son asociadores. ¿Acaso están libres de que les llegue algo del castigo de ALLAH que los envuelva; o de que les llegue la hora de repente sin darse cuenta?

Di: Este es mi camino. Llamo a (la adoración) de ALLAH basado en una clara visión, tanto yo como los que me siguen. Y ¡Gloria a ALLAH! Yo no soy de los que asocian. Antes de ti no hemos enviado sino hombres, sacados de la gente de las ciudades, a los que se los inspiró. ¿Es que no han ido por la tierra y han visto cómo terminaron los que hubo antes de ellos? Realmente la Morada de la Ultima Vida es mejor para aquellos que tienen temor (de ALLAH). ¿Es que no vais a razonar?

Incluso cuando Nuestros mensajeros habían ya desesperado, creyendo que habían sido negados definitivamente, llegó a ellos Nuestro auxilio y salvamos a quien quisimos. Nuestro castigo no se aparta de la gente que hace el mal.

En su historia hay una lección para los que saben reconocer lo esencial. Y no es un relato inventado, sino una confirmación de lo que ya tenían, una aclaración precisa de cada cosa y un guía y una misericordia para gente que cree. (12.102-111).

Después de que la familia de Ya'qub, quien también fue conocido cómo Israel, se habían vueltos a unir con reconciliación en Egipto, allí se quedaron. Después de varias generaciones, sus descendientes ya eran un gran numero de gente, formando las doce tribus que en conjunto se conocían cómo la Tribu de Israel.

martes, 13 de abril de 2010

¿Es el Islam una Religión de Extremismo y Violencia?


¿Es el Islam una Religión de Extremismo y Violencia?

1- El Islam es una religión de misericordia y tolerancia que invoca a la paz y la justicia y protege la libertad y el honor del ser humano. No son éstos emblemas alzados por el Islam, sino unas bases fundamentales de la religión. Dios envió al Profeta como misericordia para todos los mundos. Dice Dios en el Corán (Sura 21, vers„ 107): "Y no te hemos enviado sino como una misericordia para todos los mundos". El mismo Profeta dijo: "Ciertamente he sido enviado para invocar a la noble moral”(1).

Asimismo el Islam garantiza la libertad del hombre hasta en la cuestión de la fe (El Corán, 18, 29) y la llamada al Islam se basa en la convicción con la sabiduría y la buena exhortación y no con la obligación. Es una religión que ordena establecer la justicia y el buen trato y prohíbe la indecencia, lo reprobable y la injusticia (El Corán, 16, 90); invoca a responder la maldad con la bondad El Corán, 41, 34), y esto es lo que hizo el Profeta con los mecanos al conquistar su ciudad natal.

2- No es extraño que exista una coincidencia total entre El Islam y la paz en lo que se refiere a su etimología árabe. Dicha coincidencia se pone patente al comparar el significado de cada palabra con la otra: Islam (Islám) - Paz (Salám). Ambas palabras se derivan de la misma raíz árabe (SLM). Uno de los nombres de Dios mencionados en el Corán es "La Paz": el saludo de los musulmanes es la paz, lo que significa que ésta es un objetivo primordial en la vida; el musulmán, al terminar su azalá u oración, que se hace cinco veces al día, da un saludo de paz, una vez hacia la derecha y otra hacia la izquierda, como símbolo de que está saludando a la mitad del planeta por un lado ya la otra mitad por el otro.

3- Todo esto pone de relieve el carácter pacífico del Islam en el que no caben ni violencia, ni extremismo, ni fanatismo. Tampoco el Islam sabe el terrorismo ni la agresión contra la vida o los bienes de los demás. Recordamos que uno de los objetivos fundamentales del Islam es proteger los derechos básicos del ser humano, especialmente la vida, la creencia, la mente, la familia, los bienes, etc.., por lo que esta religión prohíbe terminantemente la agresión, en todas su formas, contra los demás. La cuestión llega al extremo de que el Islam hace que la agresión contra un sólo individuo equivalga a la agresión contra toda la humanidad. En la sura 5, versículo 32, dice el Corán: "Quien mata a una persona, sin que sea a cambio de otra o por haber corrompido en la tierra, es como si hubiera matado a toda la humanidad; y quien la salva es como si hubiera salvado a toda la humanidad". También el Profeta dijo: "La sangre, los bienes y el honor de cada musulmán deben ser asegurados y se prohíbe atentar contra ellos"(2) Dijo también en otra tradición: "No se permite a ningún Musulmán intimidar a otro”(3).

Es de recordar lo que citamos anteriormente de que el Islam llama a la convivencia pacífica entre todos los pueblos, a tratarse con el otro a base de justicia y equidad (Véase el versículo coránico, sura 60, vers. 8).

4- Guardar la seguridad de los ciudadanos en cualquier sociedad es la responsabilidad de todos, y asumir cada uno su responsabilidad es el mejor camino para garantizar la estabilidad y luchar contra la corrupción. El Profeta aclaró que la responsabilidad cae sobre todos y cada uno de los individuos. Dice en una tradición transmitida por Al-Bujári: "Los que observan los mandatos de Dios y los que los violan son como los pasajeros que viajan en un barco, de los cuales, después de echarse a suertes, un grupo se quedó en la parte superior del barco y otro, en la inferior. Estos últimos, al querer coger agua, estaban obligados a subir a la parte superior, molestando a los primeros. Para evitar esto, los de abajo dijeron: ¿Por qué no hacemos en nuestra parte un agujero para suministrarnos de agua sin molestar a los de arriba? Si éstos llevaran a cabo su idea, se ahogarían todos: y si dejan de hacerlo, se salvarían todos".


  • (1) Transmitido por Al-Bujári en el libro de la moral.
  • (2) Transmitido por Muslim.
  • (3) Transmitido por Abú Dáwúd.

jueves, 8 de abril de 2010

La Mujer entre el Coran y La Biblia Pt. 4


Compromisos

Según la Biblia, un hombre debe cumplir cualquier juramento hecho a Dios. No debe romper su palabra. Por su parte, la mujer no está necesariamente obligada por su juramento. Éste ha de ser sancionado por su padre, si ella vive en su casa, o por su marido, si está casada. Si un padre/marido no garantiza el juramento de sus hija/esposa, todas las promesas hechas por ella se vuelven nulas y vacías:

"Pero si su padre, cuando la oye decir eso, se lo prohibe, ninguno de sus votos o promesas por las que ella se obligó tendrán validez.... Su marido puede confirmar o anular cualquier voto que ella haga o cualquier juramento o empeño que ella niegue" (Num. 30:2-15)

¿Por qué la palabra de una mujer, por sí misma, no la compromete? La respuesta es simple: porque ella es propiedad de su padre antes del matrimonio, y de su marido después del matrimonio. ¡El poder del padre sobre su hija era tan grande que, si quería, podía venderla! Se indica en las escrituras de los Rabinos que:

"El hombre puede vender a su hija, pero la mujer no puede vender a su hija; el hombre puede desposar a su hija, pero la mujer no puede desposar a su hija."


La literatura rabínica también indica que el matrimonio implica la transferencia de la autoridad del padre al marido:


"
los esponsales convierten a la mujer en posesión sacrosanta –propiedad inviolable–; del marido..."


Obviamente, si se considera que la mujer es una propiedad de alguien, no puede prometer nada que su dueño no apruebe.

Es interesante advertir que esta recomendación bíblica acerca de los votos de las mujeres ha tenido repercusiones negativas en las mujeres judeocristianas hasta comienzos de este siglo. Una mujer casada en el mundo Occidental no tenía ningún estatus jurídico. Ningún acto suyo tenía validez legal. Su marido podía rescindir cualquier contrato, tratar, o negociar lo que ella hubiera acordado. Las mujeres occcidentales, principales herederas del legado judeocristiano, se sentían incapaces de hacer cualquier contrato porque en realidad ellas eran propiedad de otro. Las mujeres occidentales han sufrido durante casi dos mil años debido a la actitud bíblica respecto a la situación de la mujer . con relación a sus padres y maridos.


En el Islam, el voto de todo musulmán, sea varón o hembra, los compromete, tanto a él como a ella. Nadie tiene el poder de anular las prendas o promesas de otro. El incumplimiento de un juramento solemne, hecho por un hombre o una mujer, ha de ser expiado como dice el Corán:


"Dios no os tendrá en cuenta la vanidad de vuestros juramentos, pero sí el que hayáis jurado deliberadamente. Como expiación, alimentaréis a diez pobres como soléis alimentar a vuestra familia, o les vestiréis, o manumitiréis a un esclavo. Quien no pueda, que ayune tres días. Cuando juréis, esa será la expiación por vuestros juramentos. ¡Sed fieles a lo que juráis! Así os explica Dios sus aleyas. Quizás así seáis agradecidos." (Corán 5:89).


Los Compañeros del Profeta Muhammad, la Paz sea con él, hombres y mujeres, prestaban personalmente a él su juramento de obediencia. Tanto las mujeres como los hombres llegaban de forma independiente hasta él y hacían sus juramentos:

"¡Profeta! Cuando las creyentes vengan a ti a prestarte juramento de fidelidad, de que no asociarán nada a Dios, que no robarán, que no fornicarán, que no matarán a sus hijos, que no dirán calumnia forjada entre sus manos y pies, que no te desobedecerán en lo que se juzgue razonable, acepta su juramento y pide a Dios que les perdone. Dios es Indulgente, Misericordioso" (Corán 60:12).

Un hombre no podía realizar el juramento en nombre de su hija o de su esposa. Ni un hombre podía rescindir el juramento hecho por cualquiera de sus parientes femeninos.

Propiedad de la mujer

En cuanto una mujer judía se casaba, perdía completamente el control sobre su propiedad y sobre las ganancias de su marido. Los rabinos judíos consolidaron el derecho del marido a las propiedades de su esposa como corolario de la posesión ejercida sobre ella:


"Cuando uno ha entrado en posesión de su mujer: no se deduce que él también debe entrar en posesión de sus propiedades?" y "¿Cuando él ha adquirido a la
mujer , no ha de adquirir también sus propiedades?"


Así, el matrimonio dejaba a la mujer más rica prácticamente sin dinero.
El Talmud describe la situación financiera de una esposa como sigue:


"¿Cómo puede tener una mujer algo si cualquier cosa que tenga pertenece a su marido? Lo que es de él es suyo, y lo que es de ella también es suyo...... Las ganancias de ella y lo que ella pueda encontrar en las calles también son de él. Los artículos de la casa, incluso las migas de pan en la mesa, son suyos. Si ella invitar a alguien a su casa y lo alimenta, estaría robando a su marido..." (San. 71a, Git. 62a)


La consecuencia es que la propiedad de una mujer judía tenía la función de atraer a los aspirantes. Una familia judía asigna una porción de la propiedad del padre para ser usada como dote en caso de matrimonio de la hija. Esta dote hizo que los padres considerasen a las hijas como una pesada carga. El padre tenía que criar a su hija durante años y luego disponer una dote proporcional a la importancia de su matrimonio. Así, una muchacha en una familia judía constituía una carga y no significaba ningún recurso. Esta obligación explica por qué el nacimiento de una hija no era recibido con alegría en la antigua sociedad judía (véase la sección "Hijas Avergonzadas). La dote era el regalo de la boda presentado al novio en los términos de un alquiler. El marido actuaría como dueño efectivo de la dote pero él no podía venderla. La novia perdía cualquier poder sobre la dote en el momento del matrimonio. Es más, se esperaba que ella trabajara después del matrimonio y que todas que sus ganancias debían ir a parar al marido a cambio de su mantenimiento, que era obligación de éste. Ella sólo podría recobrar su propiedad en dos casos: divorcio o muerte del marido. Si ella moría primero, él heredaba su propiedad. En el caso de muerte del marido, la esposa podría recobrar la propiedad prematrimonial pero ella no estaba capacitada para heredar ninguna parte de la propiedad del marido difunto. Hemos de añadir que el novio también tenía que presentar un regalo político a su novia, aunque él era el dueño efectivo de este regalo desde el momento en que estuvieran casados.


Hasta hace poco, la cristiandad ha seguido la misma tradición judía. Las autoridades religiosas y civiles del Imperio Romano Cristiano –después de Constantino– exigieron un contrato de propiedad como condición para reconocer el matrimonio. Las familias incrementaron las dotes a sus hijas y, como resultado, los hombres tendieron a casarse antes mientras las familias posponían los matrimonios de sus hijas más de lo acostumbrado hasta entonces. Bajo la Ley del Canon, se concedió a la esposa el derecho a la restitución de su dote si el matrimonio era anulado, a menos que ella fuese culpable de adulterio. En este caso, ella perdía su derecho a la dote, que permanecía en manos de su marido. Bajo el Canon y el derecho civil, la mujer casada en la Europa Cristiana y en América, vivió sin derecho a su propiedad hasta finales del siglo XIX y principios del XX. Por ejemplo, en la Legislación Inglesa, se compilaron los derechos de las mujeres y se publicaron en 1632. Éstos 'derechos' incluían: "Que la entidad jurídica del marido es él mismo. Que la entidad jurídica de la esposa es el marido." La esposa no sólo perdió su propiedad con el matrimonio, sino que también perdió su personalidad. Ningún acto de ella tenía valor legal. Su marido podía rescindir cualquier venta o regalo hecho por ella, y ningún contrato tenía valor legal. La persona que hacía con ella cualquier contrato se consideraba como un delincuente, por participar en un fraude. Es más, ella no podía demandar o ser demandada en su propio nombre, ni podía demandar a su propio marido. En la práctica, una mujer casada era considerada como un niño a efectos legales. La esposa simplemente pertenecía a su marido y por consiguiente perdió su propiedad, su personalidad legal, y su nombre familiar.


El Islam, desde el siglo séptimo de la Era Común, concedió a las mujeres casadas la personalidad independiente que el Judeocrsitianismo occidental les ha estado negando hasta hace poco tiempo. En el Islam, la novia y su familia no están en absoluto obligados a presentar regalo alguno al novio. La hija, en la familia musulmana, no es una carga. La mujer es considerada tan digna en el Islam, que no necesita presentar regalos para atraer a los pretendientes. Es el novio el que debe presentarse ante la novia con un regalo político. Este regalo es considerado de su propiedad y ni el novio ni la familia de la novia tienen parte o control sobre él. En algunas sociedades musulmanas de hoy, un regalo político de cien mil dólares en diamantes no es raro. La novia retiene su dote incluso si se divorcia posteriormente. El marido no participa de la propiedad de su esposa, excepto en lo que ella le ofrece con su libre consentimiento. El Corán ha expreado con bastante claridad su posición en este asunto:

"Dad a vuestras mujeres su dote gratuitamente. Pero si renuncian gustosas a un parte en vuestro favor, haced uso de ésta tranquilamente" (Corán 4:4)

La propiedad de la esposa y sus ganancias están bajo su pleno dominio y para uso exclusivo de ella, y el mantenimiento de los hijos es responsabilidad de su marido. No importa cuán rica pueda ser la esposa, ésta no está obligada a colaborar en el mantenimiento de la familia a menos que ella decida hacerlo voluntariamente. Los esposos se heredan mtuamente. Es más, una mujer casada en el Islam mantiene una personalidad legal independiente y su nombre familiar. Un juez americano hizo una vez el siguiente comentario sobre los derechos de las mujeres musulmanas: "Una muchacha musulmana puede casarse diez veces, pero su individualidad no está absorbida por la de sus diversos maridos. Ella es un planeta solar con un nombre y una personalidad legal propia."

miércoles, 7 de abril de 2010

La Mujer entre el Coran y La Biblia Pt. 3


¿Hijas avergonzadas?


De hecho, la diferencia entre la actitud de la Biblia y la del Corán hacia el sexo femenino comienza ya en el momento en que nace una mujer. Por ejemplo, la Biblia dice que el período de impureza ritual de la madre es doble si se trata de una muchacha que si nace un muchacho (Lev. 12:2-5). La Biblia católica lo declara explícitamente:

"El nacimiento de una hija es una pérdida." (Ecclesiasticus 22:3).

En contraste con esta declaración chocante, los muchachos reciben alabanza especial:

"Un hombre que educa a su hijo será envidiado por su enemigo." (Ecclesiasticus 30:3)

Los rabinos judíos declararon obligatorio para los hombres producir descendencia, con el fin de propagar la raza. Al mismo tiempo, no ocultaron su clara preferencia por los hijos varones: "Es un bien para aquéllos cuyos hijos sean varones pero un mal para aquéllos cuyos hijos sean hembras", "Durante el nacimiento de un muchacho, todos están contentos... en el nacimiento de una muchacha, todos están afligidos", y "Cuando un muchacho entra en el mundo, la paz entra en el mundo... Cuando una muchacha llega, nada trae."


Una hija es considerada una carga dolorosa, una fuente potencial de vergüenza para su padre:

"¿Tu hija es obstinada? Cuídate de que no te convierta en el hazmerreir de tus enemigos, en las habladurías del pueblo, en objeto de vulgares chismorreos, y te exponga a la vergüenza pública." (Ecclesiasticus 42:11).


"Mantén con mano firme a la hija obstinada o ella abusará de cualquier indulgencia que de ti reciba. Vigila sus ojos desvergonzados y no te sorprendas si ella te deshonra." (Ecclesiasticus 26:10-11).

Esta misma idea de considerar a las hijas como fuentes de vergüenza llevó a los árabes paganos, antes del advenimiento del Islam, a practicar el infanticidio de las hembras. El Corán condenó severamente esta odiosa práctica:

"Cuando se traen noticias a uno de ellos del nacimiento de una niña, su cara oscurece y se llena de pesar. ¡Con vergüenza se esconde de sus gentes por las malas noticias recibidas! ¿La mantendrá en el desprecio o la enterrará en el polvo? ¡Ah! ¿por cuál de esos males se decidirá?" (Corán 16:59).

Hay que decir que este siniestro crimen nunca habría cesado en Arabia si no hubiera sido por la contundencia de los términos que emplea el Corán para condenar esta práctica (Corán 16:59, 43:17, 81:8-9). Es más, el Corán no hace ninguna distinción entre los muchachos y las muchachas.

En contraste con la Biblia, el Corán considera el nacimiento de una niña como un regalo y una bendición de Dios, igual que el nacimiento de un varón.El Corán incluso menciona primero el regalo del nacimiento de una niña:

"El dominio de los cielos y la tierra pertenece a Allah. Él crea lo que Él quiere. Regala hijas a quien quiere y regala hijos a quien Él quiere." (Corán 42:49).

Para acabar con cualquier atisbo de infanticidio femenino en la sociedad musulmana naciente, el Profeta Muhammad, la Paz y las bendiciones sean con él, prometió a aquéllos que fueran buenos con sus hijas, una gran recompensa si las trataban amablemente:

"Para aquel que se ocupa en mantener a sus hijas despiertas, y tiene con ellas un trato benévolo, ellas serán una protección contra el fuego del Infierno" (Bujari y Muslim).

"‘Quienquiera que mantenga a dos muchachas hasta que logren la madurez, él y yo estaremos así en el Día de la Resurrección’; y él unió sus dedos."(Muslim).

Educación Femenina


La diferencia entre las concepciones bíblicas y coránicas no se limitan a las niñas recién nacidas sino que se extiende mucho más allá. Comparemos sus actitudes hacia la mujer que intenta aprender su religión.El corazón del Judaísmo es la Torah, la ley. Sin embargo, según el Talmud, "las mujeres están exentas del estudio de la Torah."


La actitud de San Pablo en el Nuevo Testamento no es más luminosa:

"Como en todas las congregaciones de los santos, las mujeres deben permanecer calladas en las iglesias. No les está permitido hablar, sino que han de someterse a lo que dice la ley. Si ellas quieren preguntar sobre algo, deben hacerlo a sus propios maridos en la casa; porque es deshonroso para una mujer hablar en la iglesia." (I Corintios 14:34-35)

¿Cómo puede aprender una mujer si no le permiten hablar? ¿Cómo puede crecer una mujer intelectualmente si le obligan a estar en un estado de sumisión plena? ¿Cómo puede ampliar sus horizontes si su única fuente de información proviene de su marido y en su casa?

Ahora, para ser justos, debemos preguntar: ¿es diferente la posición coránica? Una breve historia narrada en el Corán resume concisamente su posición. Khawlah era una mujer musulmana cuyo marido Aws declaró en un momento de enojo: "Eres para mí como la espalda de mi madre." Esto era tenido por los árabes paganos como una declaración de divorcio que liberaba al marido de cualquier responsabilidad conyugal pero que no permitía a la esposa abandonar la casa del marido ni casarse a otro hombre. Tras escuchar estas palabras de su marido, Khawlah quedó en una situación miserable. Ella fue directamente al Profeta del Islam a exponerle su caso.


El Profeta, la Paz y las bendiciones sean con él, opinaba que ella debía tener paciencia ya que no parecía haber solución alguna. Khawla continuó argumentando ante el Profeta en un esfuerzo por salvar su matrimonio roto. Al poco tiempo, el Corán intervino; la súplica de Khawla fue aceptada. El veredicto divino abolió esta costumbre inicua. Un capítulo entero (Capítulo 58) del Corán cuyo título es "Almujadilah" o "La mujer que se está defendiendo" se reveló después de este incidente:

"Dios ha oído lo que decía la que discutía contigo a propósito de su marido y que se quejaba a Dios. Dios oye vuestro diálogo. Dios todo lo oye, todo lo ve." (Corán 58:1).

La mujer, en la concepción coránica, tiene derecho incluso a discutir con el mismo Profeta del Islam. Nadie tiene derecho a decirle que esté callada. Ella no tiene la obligación de considerar a su marido como única referencia en asuntos legales y de religión.

¿Mujer sucia e impura?


Las leyes y normas judías concernientes a la menstruación de las mujeres son sumamente restrictivas. El Antiguo Testamento considera a toda mujer menstruante como sucia e impura. Es más, su impureza "contamina" también a los otros. Cualquier persona o cosa que toque se convierte en impura durante un día:

"Cuando una mujer tiene su flujo regular de sangre, la impureza de su período mensual durará siete días, y aquello que toque estará impuro hasta la tarde. Cualquier cosa sobre la que se acueste durante su período será impura, y sobre la que se siente. Quien toque su cama deberá lavar sus ropas y bañarse con agua, y estará impuro hasta la tarde. Quien toque algo sobre lo que ella se haya sentado deberá lavar su ropa y bañarse con agua, y estará impuro hasta la tarde. Ya sea la cama o algo en lo que ella se haya sentado, cuando alguien lo toque, estará impuro hasta la tarde." (Lev. 15:19-23).

Debido a su naturaleza "contaminante", la mujer menstruante era a veces "desterrada" para evitar cualquier posibilidad de contacto con ella. La enviaban a una casa especial llamada "Casa de la Suciedad" durante el período completo de impureza.

El Talmud considera a la mujer menstruante como "fatal" incluso sin que se produzca ningún contacto físico:

"Nuestros Rabinos enseñaron:.... si una mujer menstruante pasa entre dos [hombres], si es al principio de sus menstruos, ella matará a uno de ellos, y si está al final de sus menstruos causará disputa entre ellos." (bPes. 111a.)

El Islam no considera que la mujer menstruante tenga ningún tipo de suciedad contagiosa. Ella no es "intocable" ni "maldita." Hace su vida normal sólo con una restricción:

A la mujer casada no se le permite tener relaciones sexuales durante el período de menstruación. Cualquier otro contacto físico entre los esposos está permitido. La mujer menstruante está exenta de algunas obligaciones rituales como las oraciones diarias y el ayuno mientras dura su período.